viernes, 25 de junio de 2010

DIARIO DEL MUNDIAL (VIII): BOB DYLAN

Me enteré de lo de Italia en la entrada del Poble Espanyol de Barcelona, en la cola (en la parte delantera de la cola, dicho sea de paso) para entrar al concierto que daba Bob Dylan, seis años después de su última visita, en la capital catalana. Ayer no estaba para fútbol, es verdad. La buena compañía, en primer lugar, y también el hecho de vivir uno de los momentos culturales más importantes de mi vida (mi primera vez cerca de Dylan, ya ves tú), me habían hecho casi (casi) olvidar el Mundial. A eso de las cinco de la tarde, con tres horas todavía por delante antes de que abrieran las puertas, achicharrado por el calor, me acordé de que Italia se estaba jugando el pase a los octavos. Cuando me conecté a twitter, ya estaban en la segunda parte y los de Lippi perdían por un gol a cero. Pensé lo que todos. Vamos, que los italianos esto lo remontaran en el minuto 87, 88, 89 ó 90 y aquí no ha pasado nada. Luego Eslovaquia hizo el segundo, con un Vittek renacido de sus propias cenizas, y todo se empezó a complicar. Le confimé a mi querida acompañante que los italianos se iban para casa. Nos daba igual, ciertamente, no creo que a nadie le dé por echarlos de menos a estas alturas y mucho menos cuando faltan cuatro horas para tener a Bob Dylan a cinco metros de distancia.


No he visto el partido entero, no creo que lo pueda ver, pero lo he imaginado (con la ayuda de los vídeoresúmenes de la FIFA) –por cierto, ¿soy yo o esos vídeos se clavan cada dos por tres?- pero creo que puedo adivinar como fue todo.
Veo a una Italia apática, fea y desesperada, a la que el juego abandonó hace muchos meses y a la que sólo le quedaba la épica. Veo que la épica hizo un amago de aparecer (con el 2-1 y el 3-2), pero también veo que por una vez se ha hecho justícia y se ha castigado al fútbol rácano y aburrido, que juega con fuego sin ningún respeto hacia las quemaduras. Y, de verdad, como aficionado al fútbol me he divertido mucho con la selección italiana durante los últimos años. Suelen regalar actuaciones emocionantes, te mantienen en vilo hasta el final. Pero en este Mundial (y se veía venir) las cosas no iban por el camino tradicional. Italia es un equipo triste, cansado, viejo y con una alarmante falta de calidad en todas las líneas. Se veía venir. Porque a Italia no le pediremos fantasía, pero si una cierta capacidad para marcar las diferencias ante equipos aparentemente inferiores como Nueva Zelanda o Eslovaquia.


Zas, en toda la boca (?)

Y ahora todos los ventajistas defensores del resultadismo se esconden debajo de las piedras. Pero no os preocupéis que cuando caigan los que saben jugar al fútbol, aparecerán de nuevo, mientras que, los que ahora sacan pecho,  buscarán su escondite en otra piedra. Unos y otros son entrañables. Como Bob Dylan, pero por otras razones que tampoco vienen al caso.

1. Argentina (Empiezan a funcionar muy muy bien)
2. Alemania (De Ozil al cielo)
3. Brasil (Dunga aburre ¿pero gana?)
4. Holanda (Victorias poco naranjas. Vuelve Robben)
5. España (Baja después de la derrota)
6. Portugal (Han cogido el tono)
7. Inglaterra (No arrancan de ninguna manera pero ahí estan)
8. Ghana (Poder africano)
9. Uruguay (Un cerrojo y talento arriba)
10. México (Si dan la machada ante los argentinos, ¿hay limite?)

1 comentario:

anonimo dijo...

Que bien escribes tigre!!

Esperemos que la final sea para la roja, porque sino vamos a sufrir un monton. Cuidate y hasta mañana :D

(Aguila)