lunes, 27 de septiembre de 2010

El sabor de lo clásico

No tengo ninguna duda. La liga más emocionante, apasionante, igualada y vibrante de Europa es la Premier League. Es cierto que en España existe un campeonato, si cabe, con más estrellas, y que en Alemania, tanto en el terreno de juego como en la grada el espectáculo es mayúsculo en casi cada partido. Pero a mi me gusta el sabor de clásico. Porque por muchos millones que se haya gastado el Manchester City, por mucho Abramovich que haya aparecido, por mucho que las islas se hayan europeizado y por mucho que el fútbol del "elegante patadón" se haya arrinconado en favor de una idea más continental, el espíritu de la Premier se mantiene intacto.

Owen Coyle sabe lo que es ser jugar además de entrenar en el Bolton.

Estas reflexiones me venían a la cabeza viendo el clásico ManU-Liverpool de la hace algunos días. Y volvieron con la victoria del WBA en el Emirates ante el Arsenal,  y con el empate entre Manchester United y el Bolton, en un encuentro magnífico, el mejor del fin de semana. Un espectáculo como el del domingo en el Reebok Stadium no se ve en cualquier parte, con un Bolton feroz que parecía no guardar ningún respeto por su rival y que salió lanzado al ataque, sin miedo, con la convicción del equipo que se siente arropado por su propia filosofía y por el ruído de una hinchada entregada. Evidentemente que tiene muchas limitaciones técnicas, però me gustó enormemente el equipo de Owen Coyle, ese entrenador que representa el carácter del fútbol británico en el siglo XXI, ahora que parece que esa esencia centenaria está en peligro de extinción. Me gusta el fútbol de las islas. Mueve tanto dinero como el que más, pero mantiene unos valores que lo convierten en único e inconfundible. Os recomiendo que siempre que podáis, le echéis un ojo a esos campos más bien lluviosos en los que la gente tiene por costumbre cantar.

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