por Carlos Martín Rio
Otra vez el Real Madrid se encuentra con el Olympique de Lyon en la Champions League, y, claro, es inevitable que los madridistas teman que los fantasmas de sus sonadas derrotas ante los franceses reapararezcan de nuevo. Este año todo parece distino. Con José Mourinho al mando, el Madrid ha encontrado cierta estabilidad, quizás la que le faltaba el año pasado al equipo entrenado por Pellegrini. Parece que todo esta listo para superar tan traumática sucesión de derrotas. Hoy es el día, y el Stade Gerland, escenario maldito, se presenta de nuevo como amenaza para la trayectoria blanca en la Champions. Nunca han ganado allí, siempre han perdido.
El inestable Madrid de Vanderlei Luxemburgo fue el primero en cruzarse con el Lyon. En Gerland, en el inicio de la fase de grupos de la competición, en la temporada 2005/06, un espléndido Juninho Pernambucano guió a los franceses a conseguir una hiriente goleada. Suyo fue el remate que desvió Carew para convertirlo en el primer gol, y suyo fue el segundo, con un lanzamiento de falta marca de la casa. El tercero, cuando sólo se llevaba media hora de partido lo logró Wiltord, poniendo la guinda a uno de los peores partidos que ha jugado el Real Madrid en Europa en toda su historia.
La temporada siguiente, los madridistas volvían a abrir su trayectoria en la Liga de Campeones en el campo del Lyon, y nuevamente salieron escaldados. Con Fabio Capello en el banquillo blanco, y todavía con Houllier en el bando lionés, un gol de Fred y otro de Tiago sirvieron para derrotar a un Madrid sin capacidad de respuesta. El Lyon se perfilaba como la bestia negra europea de los madridistas, ya era una realidad.
Cuando confirmó absolutamente este "honor" fue la temporada pasada. Fue el golpe más duro, sin duda, porque supuso directamente la eliminación de los blancos. En la ida de los octavos de final, un gran disparo de Makoun desde fuera del área dio la victoria por la mínima al cuadro francés. En la vuelta, el lyonnais enterró el proyecto de Manuel Pellegrini con un sorprendente empate a uno. El bosnio Miralem Pjianic fue el "villano" en el Bernabéu.
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