De romanticismo va la cosa.
Resulta que ahora dos hombres hechos y derechos celebran los goles dándose un beso de amor, de esos de las películas de época. Es la dirección en la que se mueven los nuevos tiempos. Entiendo perfectamente que Neville y Scholes, que llevan toda la vida abrazándose con fuerza un par de veces por partido, pasen al siguiente estadio. ¡Faltaría más!
El Tottenham captó el mensaje y se ha decidido a repartir amor por toda Inglaterra. Después de dejar con la miel en los labios a sus "queridos" vecinos del norte de Londres el pasado miércoles, les dio por seguir su gira por la cabeza de la clasificación con otra sonada victoria, esta vez ante el líder. Una liga que parecía resuelta otra vez está llena de emoción. El Manchester United parecía condenado a un año en blanco diez segundos antes del gol de Scholes y ahora parece que tiene la dinámica a favor, pese al punto que todavía les saca el Chelsea. ¿Hay motivos para darle un beso al pelirrojo o no? Si fuera fuera un red devil entendería a Neville. Pero como no lo soy, sigo prefiriendo el clásico abrazo. Llamadme carca y poco romántico, pero creo que en la Premier, la sartén por el mango la tienen todavía los blues. (Entendamos que el concepto "cagómetro" en Inglaterra resultaría ridículo, pero en nuestra querida España del clavo ardiendo, el pánico se apodera de ti cuando el glorioso Real Madrid se acerca con toda su historia y....).
De amor va la cosa, con cariño. Otro regalito. El Arsenal. Deja a nuestro amigo Bob Martínez con media salvación en el bolsillo. ¿Cómo perder en Wigan un partido que dominabas por 0-2 en el minuto 80? Los gunners ya hace tiempo que abandonaron la realidad y la cordura y viven dando bandazos, volantazos, hasta que estrellan su coche de lujo cuando casi habían conseguido llegar a casa después de una noche de borrachera. Si todo su talento se concentrara y se moviera hacia una lógica futbolística más elemental, más pura, sin extravagancias, los resultados no tardarían en llegar. Pero, ¿qué sería del Arsenal sin estos momentos que ponen de los nervios al más neutral de los espectadores? Pronto Cesc Fàbregas, el mejor jugador catalán de la historia después de Xavi, conocerá el triunfo en el Emirates -cada vez que digo Emirates me acuerdo de Highbury-. Estoy convencido. Suerte al Arsenal el año que viene.
Por abajo todo menos amor, que hablamos del West Ham. Mañana la oportunidad de dejar la situación casi resuelta y hundir al voluntarioso Hull City pasa por Anfield. Con el Liverpool cualquier cosa es posible, que a nadie le extrañe una victoria de los de Zola, que en las últimas jornadas se han dado cuenta de quién son y porque es tan importante no volver a bajar de categoría. Hay mucho en juego. Y amor. Mucho amor.
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