Igual que llegó, se irá. Y vendrá otro cada cuatro años.
El domingo, un mes más tarde de aquel México-Sudáfrica, el Mundial 2010 será estadística, libros, periódicos y algun que otro vídeo. Pero se habrá ido. Ya para siempre imborrables serán las pequeñas historias que nos ha dejado el primer campeonato del mundo celebrado en África. Goles que no deberían ser goles y que dejan en evidencia a la FIFA y su particular negativa a introducir la tecnología en los campos de fútbol, el ruído infernal -que tendremos tiempo para echar de menos- de las vuvuzelas, el fracaso de Italia, las salidas de tono de Maradona, el resurgimiento del fútbol uruguayo, la crueldad del fútbol cebándose con Gyan y Ghana, los dos penaltis del España-Paraguay, los tres palos del gol de Villa contra Paraguay, Puyol saltando más que cualquier alemán, los alemanes, Müller, Özil, Robben, Sneijder marcando de cabeza a Brasil, la expulsión de un salvaje Felipe Melo, Dunga, lo mal que viste Dunga, lo mal encarado que es Dunga, Gelson Fernándes, Bielsa, el Pulpo Paul (ídolo de masas), Grecia jugando con siete defensas, el gol de Palermo, la penúltima locura de Abreu, el drama de Eto'o, los tres puntos de los kiwis, Jong Tae-Se llorando mientras escucha el himno de Corea del Norte, el gol de Donovan contra Argelia, el brazo roto de Drogba a lo Beckenbauer, los cuatro goles de Alemania (1), los cuatro goles de Alemania (2), ...
Y todavía está por llegar lo mejor. El campeonato romperá moldes, ya es un hecho. Tendremos un campeón inédito, y esto no sucede desde 1998, cuando Francia, jugando en casa, consiguió ganar la Copa por primera vez al derrotar en una desequilibrada final a Brasil. Doce años más tarde, España y Países Bajos, dos selecciones que en su historia mundialista simpre han vuelto a casa llorando tras cosechar fracasos y decepciones, están ante el momento más importante de su vida. Es tan grande que crea pavor.
Por ello probablemente veremos un partido marcado por la tensión y el miedo -o pánico- a fallar. Saben perfectamente los futbolistas que millones de personas en ambos países ven en el partido del domingo como una oportunidad única, que igual no se vuelve a repetir. Y sí, los 22 que salten al campo son profesionales que se han visto en 2000 situaciones parecidas a ésta. ¿Parecidas? pero distinas. Porque el Mundial es otra historia. Porque sin mundiales, ¿qué habría sido de Zidane, Pelé o Maradona, de Romario, de Bebeto, de Johan Cruyff, de Roberto Baggio, de Paolo Rossi, de Gerd Müller? Ganar o perder una final mundialista te marca para siempre. Lo tomas o lo dejas.
La tensión y el miedo al sabor de lo desconocido. Cuando es la primera vez, la diferencia entre ganar y perder es abismal. Perder es caer a los infiernos sin un palmarés que sirva de colchón. Significa vivir con amargura durante meses y acudir a la cita de 2014 con una presión y una urgencia inmensas. Para España perder es despertar de un sueño de manera cruel, para Holanda es reeditar la pesadilla.
El que salga derrotado tendrá el dudoso honor de ser la única selección puntera que no ha conseguido levantar nunca (nunca, nunca, nunca, nunca,..) el trofeo. No es por meter más presión de la que ya hay, pero victoria significa ser un grande, y derrota significa ser un segundón (con mayúsculas, exclamaciones, cuerpo 46, etc.) Es tan difícil para los que no son brasileños, italianos o alemanes volverse a ver en una de éstas, que es normal que los nervios salgan a relucir con efectos devastadores a las primeras de cambio.
Y sí, ser segundo está muy bien, siempre es mejor que ser tercero, pero que yo sepa, pocos se acuerdan del segundo que pisó la luna. Por no hablar del tercero, que se quedó en la nave vigilando y ni siquiera pudo darse una vuelta para despejarse (que putada, por cierto).
1 comentario:
Hola, que me he equivocado antes de articulo. Pues eso, que la final tiene que ser roja si o si, porque como llegemos a la final para quedar segundos sera una decepcion enorme. Ademas que de los segundos nadie se acuerda. El domingo solo nos vale ganar. Asi que tenemos que coger la naranja, y darle de leches hasta que ganemos.Por otra parte, CSKA Girona ganara mañana contra Atrapados. Si no ganamos invito al equipo a una ronda ( de fantas (cuando tenga suficiente presupuesto))
A ganar que no quiero arruinarme!!
Hasta mañana:D
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