martes, 15 de febrero de 2011

LA LUCHA POR LA PREMIER


por Carlos Martín Rio

La imagen de la jornada en el fútbol europeo es el impresionante gol de Wayne Rooney en el derbi de Manchester ante el City. Old Trafford estalló enloquecido cuando el magnífico delantero inglés se inventó un remate de ciencia ficción, de una técnica y una plasticidad dificiles de igualar que, además, sirvió para dar tres puntos claves al United en la lucha por el título. Pero el golazo de Rooney es un oasis dentro del sufrimiento del United ante su vecino, en especial en la segunda parte del partido. El fútbol no fue seguramente muy justo con los de Mancini, que tuvieron más y mejor el balón y se acercaron con más peligro. Aún así, por mucho que el City cuente con una plantilla de vértigo, llena de talento, capaz de dominar a cualquiera, no tiene jugadores tan determinantes y decisivos como los diablos rojos. Aquí está, quizás, la gran diferencia entre unos y otros. Y es que al lado del ya mencionado Rooney, hay que poner a Ryan Giggs. El veterano futbolista galés volvió a demostrar que su forma es excelente y que su calidad es inagotable. Como si tuviera 23 años, volvió loca a la defensa rival siempre que quiso y, con un Nani que sigue en su línea ascendente, fueron los que llevaron más peligro a la porteria rival. Caminan firmes los de Ferguson para volver a conquistar la hegemonía en Inglaterra. A Mancini se le acaba el crédito al desaprovechar una nueva oportunidad de situar a su equipo con opciones claras y realistas de aspirar al título. 

Así pues, con el City tocado, el Chelsea hundido y el Tottenham esperando su oportunidad, la principal alternativa al Manchester United es, por el momento, el Arsenal. Los de Wenger, el equipo más extraño de la competición, capaz de perder una ventaja de cuatro goles en veinte minutos, pueden dar las gracias de volver a contar con Van Persie, autor de los dos goles en la victoria contra el Wolverhampton. El holandés es uno de esos futbolistas diferentes que marcan la diferencia dentro del área y eso lo agradece un equipo con tantísimo talento por detrás del delantero centro. En una liga como ésta, cuatro puntos son perfectamente remontables, sólo les hace falta un poco más regularidad y -como siempre- creer en sus propias posibilidades. En pocas semanas se la juegan en la Champions con el Barça, disputan la final de la Carling con el Birmingham. Serán enfrentamientos duros en lo físico y en lo mental que puedan marcar su tendencia ahora que llegan los momentos cruciales de la temporada.

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