
Después de ocho años, el Real Madrid –el club más laureado de Europa- vuelve a estar entre los cuatro mejores equipos del continente. Tras haber despachado el expediente en la ida con un 4-0 incontestable en el Santiago Bernabeu, la vuelta ante el Tottenham en White Hart Lane era una mera reunión de Tupperware. A tal punto que el Madrid, como un educado huésped, cedió la iniciativa a su anfitrión, aunque sin perder el control del encuentro ya que con un gran sentido de la ubicación y un alto nivel de concentración jamás regaló huecos en defensa. Así los Spurs, que imprimieron mucho vértigo por las banda con Lennon y Bale, no supieron traducir el dominio en peligro. Pero, además, las pocas veces que generó alguna chance de gol, su carencia de puntería los mantuvo siempre lejos de todo tipo de hazaña. Y esto no es novedad, pues los de Harry Redknapp sólo han marcado 19 goles en 18 partidos en lo que va de este 2011.
Así las cosas, el Madrid con su calma chicha inquietaba el área de este ¿cómo llamarlo? ¿Portero? Heurelhio Gomes. El brasileño ex PSV Eindhoven hizo todo lo que estuvo al alcance de sus manos, o falta de estas, para que en semifinales el mundo disfrute de un Real Madrid-Barcelona. Ya en la ida había ofrendado dos goles a los pupilos de Mourinho y en esta vuelta subió el ego de Cristiano Ronaldo, gracias a la magnífica combinación del potente remate del portugués y las manos de mantequilla del brasileño. Ahora el Madrid, que quiere a toda costa su décima Copa de Europa, irá a por el Barça, equipo que lo ha tenido de hijo en los últimos años. Pero con la sensación de que, a esta altura, los merengues son más equipo de lo que eran en noviembre, con una sed de revancha enorme y un Mourinho que sabe de sobremanera como se juega una instancia de éstas ante un rival como los de Guardiola.

En Gelsenkirchen, no hubo milagro o sí, depende del cristal con que se mire. No hubo milagro porque el Inter de Milán, actual campeón de la competición, no pudo revertir el insólito 2-5 de hace una semana en el Giuseppe Meazza. Pero hubo milagro porque el Schalke 04 es semifinalista de la Champions por primera vez en su historia luego de dos intentos fallidos en las temporadas 58/59 y 07/08. Los ahora dirigidos por Ralf Rangnick, nunca sintieron en la nuca la respiración del rival con el orgullo herido y lo sentenciaron por 2-1 gracias a un excelso partido de Raúl González. En todo momento controlaron la situación gracias a la solvencia de su portero Manuel Neuer y la experiencia que transmiten jugadores como Cristoph Metzelder y el madrileño.
De esta forma los mineros se ilusionan de cara al cruce con Manchester United, puesto que soñar es lo que menos les cuesta. Con una espantosa temporada en Bundesliga y la traumática salida del ex DT Felix Magath, el Schalke nunca fue favorito a nada en esta competición. Ni en su grupo cuando terminaron primeros por encima del Lyon y el Benfica, ni en octavos dando la campanada ante el Valencia, y mucho menos ante el campeón del mundo al que humilló en su propio feudo y remató en la Cuenca del Ruhr. Pero en la competición reina les sobra talento y talante para ilusionarse gracias a la sutileza y el carácter de tipos como Neuer, Metzelder, Howedes, Matip, Jurado, Farfán y Raúl. Hay equipo.
TOTTENHAM 0-1 REAL MADRID
SCHALKE 04 2-1 INTER DE MILAN
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