Londres sigue manteniendo su número de representantes en la máxima categoría del fútbol inglés. Bajó el West Ham, pero subió el Queens Park Rangers, un histórico, un equipo con tintes clásicos, que quiere dejar atrás los tiempos peores y asentarse en la máxima categoría. Como cualquier club con memoria, ansía con volver a sentirse importante, como en aquellos lejanos años setenta en los que un día, con poca fortuna, aspiró a ser campeón.
El QPR, los Rangers, los ‘Hoops’, fue fundado en 1883 y es vecino del Fulham y el Chelsea en el oeste de Londres, en el barrio de Hammersmith and Fulham. Su mayor éxito, junto a los campeonatos de las divisiones inferiores y los ascensos, fue Copa de la Liga de 1963, que consiguió cuando militaba en la tercera división. Luego llegaría el escalonado ascenso que lo condujo hasta la máxima categoría, en la que consiguió, con su juego vistoso, ser uno de los equipos de moda. Tuvo su oportunidad de oro en 1976, pero el Liverpool de Bob Paisley –que logró así su primer gran título- se interpuso en su camino y lo superó por un solo punto en una última jornada de infarto, en la que los ‘Reds’ se impusieron por 3-1 al Wolves pese a ir perdiendo –mientras se alimentaban las esperanzas del QPR- en el minuto 77. Aquel equipo, dirigido desde el banquillo por Dave Sexton, alcanzó los cuartos de final de la Copa de la UEFA al año siguiente. Además, aunque nunca fue campeón, tuvo el honor de mejor equipo de Londres –gracias también al trabajo del predecesor de Sexton, Gordon Jago- durante tres años seguidos.
Tras altos y bajos, idas y venidas, buenas y malas épocas, y unos ochenta y principios de los noventa bastante agradables –aunque con dos finales perdidas, la de la Copa de 1982 y la de la Copa de la Liga de 1986-, el QPR se despidió de la máxima categoría –llamada ya Premier League- en 1996. Ha vuelto quince años después, y lo hace dejando atrás problemas financieros que a mediados de la última década pusieron incluso en peligro la supervivencia del club. La llegada de capital procedente de los magnates de la Fórmula 1 Flavio Briatore y Bernie Ecclestone ha dado cierta estabilidad a un club que aspira a crecer.
El equipo de las franjas blancas y azules horizontales viene de completar una temporada espléndida en la Championship, la segunda división del fútbol inglés. Una campaña casi impecable en la que ha sabido combinar la seguridad defensiva y el acierto ofensivo para ser campeón. Empezó el curso con un inmaculado registro de 19 partidos invicto y al término de la competición liguera (46 partidos) sólo había perdido 6. Si los números significan algo, podemos concluir que el QPR de Neil Warnock ha sido una muralla. Sólo ha permitido 32 goles, diez menos que el tercer clasificado, el Swansea y 16 menos que el segundo, el otro que obtuvo el ascenso directo, el Norwich. En más de la mitad de encuentros, concretamente en 25, ha dejado su portería a cero.
Si la portería de Paddy Kenny está bien protegida por los centrales Kaspars Gorkss y Matthew Connelly, además de por el buen trabajo de bloque, en el ataque es donde salen a relucir las individualidades. Y ahí, un protagonista se eleva por encima de todos los demás. Se trata del marroquí Adel Taarabt, el capitán y el alma de los Rangers. Sin ser el delantero centro o la referencia posicional en ataque, ha sido el máximo goleador con 19 goles, además de haber sido nombrado mejor futbolista de la categoría. Tiene 22 años y su nombre ya ocupa portadas de periódicos en toda Europa. Alrededor del continente, no sólo en las islas, ya son muchos los equipos que lo siguen de cerca. Su descaro, su habilidad, la de un jugador diferente y su capacidad para destacar por encima del resto no han pasado por alto. El mercado no se ha cerrado y todo podría ocurrir, pero si como parece, Taarabt inicia la temporada en Loftus Road, los de Warnock tendrán mucho ganado.
Si la portería de Paddy Kenny está bien protegida por los centrales Kaspars Gorkss y Matthew Connelly, además de por el buen trabajo de bloque, en el ataque es donde salen a relucir las individualidades. Y ahí, un protagonista se eleva por encima de todos los demás. Se trata del marroquí Adel Taarabt, el capitán y el alma de los Rangers. Sin ser el delantero centro o la referencia posicional en ataque, ha sido el máximo goleador con 19 goles, además de haber sido nombrado mejor futbolista de la categoría. Tiene 22 años y su nombre ya ocupa portadas de periódicos en toda Europa. Alrededor del continente, no sólo en las islas, ya son muchos los equipos que lo siguen de cerca. Su descaro, su habilidad, la de un jugador diferente y su capacidad para destacar por encima del resto no han pasado por alto. El mercado no se ha cerrado y todo podría ocurrir, pero si como parece, Taarabt inicia la temporada en Loftus Road, los de Warnock tendrán mucho ganado.
Evidentemente en la ofensiva de los londinenses hay otros efectivos capaces de anotar. De hecho, el ariete en el sistema de Warnock –en el que sólo actúa un punta-, el islandés Heidar Helguson, también tuvo una buena aportación, con 13 goles. Pero Adel Taarabt trasciende los numérico y lo táctico. Además, su motivación será máxima. Llegó a Inglaterra, a Londres, de la mano del Tottenham Hotspur, pero allí jamás pudo triunfar. Tiene cuentas pendientes que resolver.
Para encontrar la clave del éxito del QPR hay que mirar al campo, sí, pero también hay que echar un vistazo al banquillo. Neil Warnock, que vivirá su segunda experiencia en la Premier League tras dirigir al Sheffield United en su retorno a la élite en la 2006/2007, ha cambiado la cara al equipo. Llegó hace muy poco, en marzo de 2010, cuando el club incluso temía verse abocado al pozo de la League One –la tercera categoría inglesa- y en poco más de un año ha sabido revolucionar el conjunto, dar los galones necesarios a Taarabt y conformar una plantilla compensada, que trabaja como un reloj y que, de momento, está recogiendo sus frutos. Warnock, que no es nuevo en esto –veinte años de trayectoria en los banquillos lo contemplan-, ha hecho caso a los consejos de Ian Holloway, el entrenador que no ha podido mantener al Blackpool en la Premier League esta temporada, y tiene en mente fichar a cinco o seis jugadores para adaptar su buena plantilla a las exigencias de una de las mejores ligas del mundo. Es, por tanto, una incógnita el once con el que, el 13 de agosto, ante el Bolton, Loftus Road, un pequeño pero vistoso estadio, rugirá mientras revive viejas historias. El QPR ha vuelto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario