sábado, 2 de julio de 2011

DIARIOS DE AMÉRICA: PENSÁ EN VERDE

por Emanuel Vergara

Pensá en verde, esperando las remesas de Heineken, la Copa América se embriaga del verde esperanza de Bolivia y lo verde que está todavía la idea futbolística de Sergio Batista y la selección argentina. En la inauguración de la máxima competencia sudamericana la sorpresa no tardó en llegar y la superpoderosa Argentina de Messi, Tévez y compañía no pudo ante una limitada pero sacrificada y solidaria selección boliviana que rescató un punto histórico y estuvo a 15 minutos y un manotazo de Sergio Romero de hacer saltar las quinielas.

Los de Gustavo Quinteros fueron un equipo en todos los sentidos. Comenzando de adelante hacia atrás, sus delanteros Marcelo Martins y Edivaldo Rojas fueron los primeros defensores presionando permanentemente la salida desde el fondo de la ‘albiceleste’, toda vez que los dos volantes centrales -Flores y Robles- apretaban hacia adelante para estar muy cerca de la línea de Martins y Rojas y así, en caso de que los argentinos superaran la primera línea de presión, volverlos a asfixiar. Con una intensidad física sorprendente Bolivia cortó el circuito futbolístico de los ‘che’ y Messi, Tévez y Lavezzi quedaron huérfanos arriba.

Tanta desconexión obligaba al 10 del FC Barcelona a bajar unos 35 metros para hacerse con el balón y comenzar él la jugada, trasladando mucho el balón, repitiendo viejos errores de las gestiones de Alfio Basile y Diego Maradona donde el crack permanecía alejado de su zona de influencia. De esta forma llegaba casi sin piernas –por los golpes- al área y allí las sobrias actuaciones de Raldes y Riveros hacían el resto.

Con orden táctico y juego físico, los del altiplano se pusieron en ventaja tras un taco de Rojas, una de las figuras de la cancha este delantero del Naval de Portugal, y un blooper de Éver Banega que vio como el balón se le escurría por debajo de la suela de sus botas. A partir de allí, la 14 veces campeona de América entró en la zona del “como sea”. Con los ingresos de Di María, que ingresó para desequilibrar y siempre perdió el equilibrio –se la paso más en el suelo que de pie- y el Kun Agüero, que fue todo un revulsivo, Argentina metió a Bolivia en su área aunque sin inquietar demasiado. Esa situación le permitió a los de Quinteros disponer de un contra que tenía olor a letal a no ser por el último manotazo de ahogado de ‘Chiquito’ Romero que quitó el balón a Martins cuando se iba para liquidar el encuentro.

Con el gol de Agüero se maquilló un poco el deslucido comienzo del gran candidato al título, pero no alcanza para tapar una performance que estuvo muy por debajo de lo esperado, donde sólo Mascherano y el Kun dieron la talla, viendo como Batista comía santo y cagaba diablo pregonando el estilo Barça y jugando como el Hospitalet. La idea todavía está verde, ese verde que desde el otro cristal es esperanza e ilusiona al país de Evo Morales con una impensada clasificación a cuartos de final. ¡Si hasta se parecían al Increíble Hulk y Linterna Verde juntos, ayer los bolivianos!

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