viernes, 11 de marzo de 2011

EL JEFECITO


por Emanuel Vergara

‘Que es leñero’, ‘que lo expulsan demasiado, ‘que no encaja en el sistema de juego de Pep Guardiola’, ‘que tiene los pies cuadrados’. Todos estos eran argumentos que se escuchaban por las calles, los medios de comunicación y los foros de internet en Barcelona cuando agosto se moría.
La alusión era clara. Los dardos apuntaban al nuevo fichaje del FC Barcelona, el argentino Javier Mascherano. El segundo fichaje de la ‘Era Rosell’ y el más caro: 22 millones de euros. Cuando todavía dolía en la ciudad condal la salida de Yaya Touré (32 millones al Man City), la sangría económica para la compra de un suplente no terminaba de cuadrar.
Aún más cuando el canterano Oriol Romeu, de gran Europeo Sub-19, asomaba como un ‘nuevo Busquets’, sin desestimar las alternativas para el puesto que podían suponer desde Gerard Piqué al canterano Andreu Fontás.
Y, para más, el estreno como titular del argentino fue en la segunda jornada de Liga en el Camp Nou ante el recién ascendido Hércules. Mascherano estuvo a tono con el equipo, mal, y el Barça cayó por 0-2 para sorpresa de todos. Los escépticos se relamían con el ‘yo te lo he dicho’.
El mismo jugador reconocía en sus apariciones en rueda de prensa que tenía que adquirir algunos conceptos a los que no estaba acostumbrado. Pero ante las críticas el ex Liverpool se mostraba indiferente y hacía mutis por el foro.
El tiempo comenzó a pasar a la velocidad a la que el equipo de Guardiola despachaba rivales y cosechaba elogios a nivel mundial. Ahí, sin que nadie se diera cuenta, ‘El Jefecito’ empezó a sumar minutos en el verde césped, sin que los ojos se posaran en él.
Y cuándo quisimos acordarnos de él, ya habían transcurrido 3/4 de temporada y Masche había acumulado un total de 30 partidos (de 45 del Barça esta temporada) y había cambiado los murmullos por aplausos.
Y no sólo eso,  desprejuició a los prejuiciosos, tapó bocas y desmintió falsas profecías. Y todo con un solo argumento: fútbol. Es que nunca se puede subestimar a un jugador que es el capitán de una de las cinco selecciones más grandes del mundo, que con 26 años ha jugado dos mundiales, que lleva la cinta que llevó Maradona y que es el único futbolista de la historia que debutó antes en la selección que en su club.
Esto sucedió el 16 de julio de 2003, cuando el entonces seleccionador argentino Marcelo Bielsa le dio la titularidad en un encuentro amistoso disputado en la ciudad de La Plata ante Uruguay (2-2). Fue Manuel Pellegrini quien lo estrenó veinte días después con la elástica de River Plate, el 3 de agosto ante Nueva Chicago.
Y, aquí, otro mito de falsos profetas que se cae o que seguramente nunca habían visto jugar al ‘Jefecito’: que tiene los pies cuadrado. Este santafecino realizó todas sus juveniles en el Club Atlético River Plate, institución junto a Independiente de Avellaneda, asociada históricamente con el buen trato de balón. Club por el que han pasado desde Di Stéfano a Francescoli, pasando por Ortega, Gallardo, Aimar y Saviola.
Javier Mascherano demostró en la vuelta de los octavos de final de la Champions League ante el Arsenal que está curtido de batallas y que le sobran quilates, sacrificio y buen pie para estar en el mejor equipo de la historia. Su cruce providencial en el minuto 87 de partido ante Niklas Bendtner, cuando este se iba derecho al gol, terminó por echar tierra a toda crítica y duda sobre su validez.
Pero por si quedaban más dudas, días atrás había sido titular en Liga frente a Zaragoza. En ese encuentro que ganaron los culés por 1-0, el equipo tuvo la posesión de balón más alte de todo el ciclo Guardiola (más del 80%) siendo Masche titular.
Pero no hay que ser reduccionistas y centrarse en esos dos datos para sostener esta argumentación. Los que siguen al Barça saben de que les hablo: inteligencia táctica, velocidad en los cruces, marca pegajosa, pierna fuerte (pero leal, sólo ha recibido 4 amonestaciones como blaugrana), precisión en largo.
Pero ante todo una virtud sin la cual no podría encajar en este estilo Barça: modestia. ‘Mi meta es no tratar de desentonar en este equipo de grandes jugadores’, dijo el 14 luego de su noche consagratoria.
No se trata de generar dudas acerca de si el titular debe ser Busquets o el argentino. Está claro que ‘Busi’ se ha ganado el puesto del cuál será dueño durante los próximos diez años. Simplemente se trata de destacar la clase de un jugador como Mascherano que fue subestimado a niveles irrespetuosos.
El que sale ganando en todo esto es el FC Barcelona que tiene la suerte de contar con dos de los tres mejores mediocentro del mundo en su plantilla. Escépticos eran los de antes ¡Visca Mascherano!
GOL DE MASCHERANO EN RIVER QUE DEMUESTRA SUS VIRTUDES CON EL BALON
EL MOMENTO EXACTO EN EL QUE MASCHERANO DEBE DEJAR DE SER DISCUTIDO

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