sábado, 5 de marzo de 2011

LA FIEBRE AMARILLA



por Emanuel Vergara
Cuando se habla de estados anímicos en los que se pierde el rumbo, lo consejos de los más cercanos se centran básicamente en recomendarle a uno ‘volver a las raíces’. Un cliché, que por serlo no deja de tener cierta veracidad en muchos casos.
Uno de estos casos es el del líder de la Bundesliga, el Borussia Dortmund que con su victoria sobre el Colonia (1-0) sacó quince puntos de ventaja a su inmediato perseguidor, el Bayer Leverkusen. Ventaja que lo pone cerca del título que se le niega desde 2002.
Es que el Dortmund, que supo saborear las mieles de su época dorada en la década de 1990, ha atravesado, en el comienzo del siglo XXI, una década infame de la que sólo pudo respirar una brisa primaveral en 2002 gracias a la magia de Tomas Rosicky y los goles de Jan Koller.
Pero el resto de las campañas han rozado la mediocridad deportiva, pero sobre todo la debacle institucional. Es extraño que un club que tiene el promedio de asistencia más alto de toda Europa (unos 80 mil seguidores en cada partido en Westfalenstadion) haya estado al borde de la quiebra en el año 2005.
Pero desde que Reinhard Rauball asumiera como presidente del Dortmund en 2004, el club comenzó con un lento proceso de recuperación económica basada de manera estricta en un proceso de sustitución de importaciones. Es decir el club dejó de fichar y empezó a nutrirse de la cantera. En otras palabras, ‘volver a las raíces’.
Los primeros años de este proceso fueron duros ya que los amarillos no peleaban campeonatos, incluso en alguna oportunidad transpiraron para mantener la categoría. Pero, de a poco comienza a florecer el jardín de benjamines con jugadores que de media no superan los 23 años como los defensores Matt Hummels y Neven Subotic, el mediocentro Nuri Sahin o el creativo Mario Gotze.
Es más, cuando la semana pasada venció al Bayern Munich a domicilio (1-3), algo que no sucedía desde 1991, el entrenador Jurgen Klopp alineó al equipo más joven de la historia del club con un promedio de edad de 22,7 años.
Con una formación que fue furor durante el último mundial de Sudáfrica, el 4-2-3-1, los de Klopp tienen firmeza en la defensa con Hummels y Subotic de centrales, mucha pierna en el mediocampo con Sahin y Sven Bender, explosión por las bandas con Lewandowski o Grosskreutz, además de contar con un gran finalizador de jugadas como es el argentino nacionalizado paraguayo Lucas Barrios.
Desde la época en la que el entrenador era Ottmar Hitzfield y había jugadores como Mathias Sammer, Jurgen Kohler, Stefan Reuter, Paulo Sousa, Andreas Moller o Lars Ricken, que fueron la base de la Alemania campeona de Europa en 1996, que la hinchada más seguidora del viejo continente no gozaba de tan buen fútbol acompañado de la mano por buenos resultados.
Ese equipo de Hitzfield que fue bicampeón de Bundesliga en 1995 y 1996 y ganó la Champions League e Intercontinental de 1997 empezaba a verse borroso, pero los jóvenes de Klopper quieren marcar una nueva era, empezando por sumar la séptima Bundesliga para la institución. Tiempo tienen de sobra estos jóvenes irreverentes.
DORTMUND SUPERA EN MUNICH AL BAYERN, 20 AÑOS DESPUÉS

2 comentarios:

Krostenz dijo...

Per fi tornem a ser un gran d'Europa.

Espero que amb en Klopp com a entrenador i la motivació de la Champions, l'equip mantingui el bloc.

UNSER GANZES LEBEN,
UNSER GANZER STÖLZ !!!!

Endavant amb el blog.

Carlos Martín Rio dijo...

En primer lloc, moltes gràcies pel comentari.

Estic bastant convençut que el gruix de la plantilla continuarà. Hi ha prou motivació i el club sembla prou sanejat per mantenir. Alguna sortida hi pot haver, però l'any que ve sereu un important animador a la Champions.