lunes, 25 de abril de 2011

EL INFORME AMERICANO: LA ALEGRÍA ES SÓLO RUBRO E NEGRO

por Emanuel Vergara

“La alegría es sólo brasileña” nos juran y perjuran. Y, en verdad, no creo que esto sea tan así, pues ¿cómo es posible que 190 millones de personas tengan todos el mismo estado de ánimo y encima la alegría que cuesta caro? Es un debate filosófico.

Pero deportivamente, el axioma es muy fácil de rebatir. Y más si nos centramos en exclusiva en Rio de Janeiro. Y si seguimos buscando debajo de la mamushka, nos centramos en el clásico carioca, en el Fluminense-Flamengo. Pues allí nos daremos cuenta que los que están alegres son los Rubro e Negro que por las semifinales de la Taça Rio vencieron por penales a los tricolores que, por estas horas, no se ríen de Janeiro.

El conjunto dirigido por Vanderlei Luxemburgo enfrentará en la final al Vasco da Gama y en caso de ganarla se proclamará campeón carioca, pues al haber ganado también la Taça Guanabara no habrá necesidad de una finalísima. De esta forma, el Fla acaricia su 32ª corona estadual esa que ha ganado tres veces en los últimos cuatro años y que la temporada pasada le arrebató el Botafogo.

El duelo fue atractivo pese a las ausencias de Ronaldinho y Deco, pero el color de las tribunas y la presencia de jugadores como Darío Conca, Fred y Rafael Moura en el Flu y de Thiago Neves o Diego Mauricio en el Fla brindaron un espectáculo abierto donde todos los flashes se fueron con el portero de los vencedores, Felipe, decisivo al detener dos penales.

Y no fue fácil la historia para los de Luxemburgo pues en las horas previas al encuentro se bajaba Ronaldinho por lesión y a los diez minutos de la primera parte la lesión de Léo Moura trastocaba los planes del entrenador. Y como si fuera poco a los 21 minutos Rafael Moura adelantaba a los tricolores. Pero en la segunda parte, con el ingreso del argentino Darío Bottinelli, el Rubro-Negro mejoró, pues el ex San Lorenzo conectó bien con Thiago Neves. Y como no hay peor astilla que la del propio palo, Neves aplicó la ley del ex y vacunó a sus ex compañeros para igualar el encuentro.

Luego, en los penales la figura de Felipe sería implacable y la alegría sería sólo flamenguista. Pero los de Enderson Moreira no tienen tiempo para los lamentos, pues el jueves deben recibir por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores a Libertad de Paraguay. Sin embargo nadie les quita el sabor amargo de una derrota que les impide pugnar por un torneo que se les niega desde 2005.

De los que no podemos negar su alegría, sólo por ahora, es de los paulistas. Pues en su campeonato estadual la lógica es la tónica y así casi el 100% de los habitantes están felices. Es que habrá póker de grandes en semifinales con los cruces de Sao Paulo-Santos y Palmeiras-Corinthians, que fueron los cuatro primeros en la fase regular y en cuartos de final despacharon sin apuros a Portuguesa, Ponte Preta, Mirassol y Oeste.

Uno que está feliz y no es brasileño, más bien todo lo contrario, es el argentino Martín Palermo. El Loco, el Titán, el Optimista del Gol o cómo quieran llamarle ha vuelto a hacer de las suyas y a su manera. A tan sólo nueve partidos de que Martín colgara las botas, el gol se había enemistado con él regalándole la peor sequía de su carrera: 953 minutos.

Y el Loco, que no marcaba desde la última jornada del Apertura 2010 ante Gimnasia -13 de diciembre-, volvió a su idílico romance con la red. Y lo hizo a su forma. Tras una muy buena jugada de Pablo Mouche, que podría haber definido él mismo, éste toco hacia atrás para el Titán que entraba solo por el medio y casi lo erra al rematar mordido, haciendo que el balón traspasara la línea con suspenso.

Pero las historias dramáticas y azarosas son parte del ser Palermo como lo son los goles y las batidoras de récords. Máximo goleador de la historia de Boca (238), 301 goles en toda su carrera y el sexto máximo anotador del fútbol argentino (222) por detrás de próceres como Arsenio Erico, Ángel Labruna y José Sanfilippo; justicia Martín, justicia.

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