lunes, 30 de mayo de 2011

ENTRE LOS MÁS GRANDES



por Carlos Martín Rio

Con su victoria ante el Manchester United el sábado en el estadio de Wembley, el Barça alzó su cuarta Copa de Europa, un logro que sitúa de lleno a los catalanes en la lista de privilegiados dominadores de la competición más prestigiosa de Europa. Tras los pasos de Real Madrid, Milan y Liverpool, e igualados con Bayern y Ajax, los barcelonistas se sienten al fin, y con todas las de la ley, grandes entre los grandes.

El conjunto de Pep Guardiola, ganador en 2009 y 2011, un proyecto iniciado por Frank Rijkaard con la Champions League de París en 2006, ya es uno de esos equipos a los que hay que dedicar todo un capítulo en los anales futbolísticos. Para presumir de palmarés, un club necesita de una época dorada, un periodo de dominio total en el que sus futbolistas engordan la sala de trofeos en un corto espacio de tiempo y catapultan así a dichas entidades a los primeros puestos de los rankings históricos. El momento irrepetible que hoy viven los blaugranas ya lo han disfrutado otros en tiempos pasados.

Primero lo logró el Real Madrid, comandado por Alfredo di Stéfano. Los blancos triunfaron en las cinco primeras ediciones de la Copa de Europa, entre 1956 y 1960, y luego culminaron su época dorada con otro título en 1966, ya sin el hispano argentino –pero todavía con Paco Gento, el único futbolista que ha sido campeón europeo de clubes en seis ocasiones-. De sus nueve títulos, los madridistas consiguieron seis en estos primeros años de competición.

El siguiente club en demostrar un dominio aplastante traía consigo el sello del nuevo fútbol. La revolución llegó desde los Países Bajos. Allí, Rinus Michels, primero, y Stefan Kovacs, después, dirigieron a un equipo liderado sobre el terreno por un futbolista diferente: Johan Cruyff. Aquel Ajax, con el permiso del Inter de Helenio Herrera –bicampeón, en 1964 y 1965-, recogió el testigo del Real Madrid. Además de marcar tendencia con sus patillas, aquella generación maravilló al mundo con su juego y regaló a la entidad de Amsterdam tres de las cuatro Copas de Europa que tiene hoy en su museo (1971, 1972 y 1973).

Cuando uno empieza a hablar de Cruyff acaba hablando de Franz Beckenbauer. El ‘Káiser’ capitaneó al siguiente tirano de fútbol europeo. Mientras Alemania conquistaba ‘su’ Mundial en 1974 y el fútbol europeo daba un golpe sobre la mesa, el Bayern de Múnich sucedía al Ajax a nivel de clubes. Con otros métodos, los de Múnich igualaron los resultados de los ajacied y monopolizaron el siguiente trienio. 1974, 1975 y 1976 fueron sus años. Atlético de Madrid, Leeds United y Saint Etienne, tres conjuntos que nunca más gozaron de otra oportunidad, fueron sus víctimas.

Agotado el ciclo bávaro, el fútbol regresó a casa. Inglaterra fue feliz en el atardecer que precedió a la oscuridad de Heysel. Durante ocho temporadas, hubo siete campeones británicos. Además del increíble Nottingham Forest de Brian Clough (1979 y 1980) y del sorprendente Aston Villa de Tony Barton (1982), el gran protagonista de aquellos años fue el Liverpool. Logró en siete cursos cuatro de las cinco orejudas de las que presumen hoy en The Kop. El equipo más laureado del Reino Unido venció en 1977, 1978 y 1981 con Bob Paisley en el banquillo. Luego, en 1984, en el Olímpico de Roma -y contra la Roma-, se llevó la cuarta bajo la dirección de Joe Fagan.

A diferencia del Ajax, el Bayern o el Liverpool, el Milan ya sabía lo que era ser campeón de Europa cuando le llegó el momento de dar el salto al Olimpo de los clubes legendarios. Laureado en 1963 y 1969, vivió su mejor momento dos décadas después del último éxito en la Copa de Europa. Bajo la batuta de Arrigo Sacchi, los milanistas marcaron tendencia y sentaron las bases del fútbol contemporáneo. En 1989 y en 1990 se deshicieron respectivamente del Steaua de Bucarest -campeón en 1986- y del Benfica. Ya con Fabio Capello al mando, después de perder en 1993, los rossoneri vapulearon al Barça de Johan Cruyff en 1994 para llevarse su quinta copa de Europa. Tres de las siete que tienen hoy llegaron en aquellos tiempos.

Messi, Xavi, Iniesta, Busquets, Pedro, Piqué y compañía ya son leyenda futbolística, pero no tienen nada que ver todavía con el pasado. El presente les pertenece, y tienen argumentos para reclamar que suyo sea también el futuro. Estamos expectantes. Se ha cerrado el telón, pero nadie se mueve. Todavía no se ha acabado la función. 

1 comentario:

Luis dijo...

Excelente reporte