por Emanuel Vergara
La Copa Libertadores de América inicia su último tramo con la disputa de las semifinales entre Peñarol de Montevideo-Vélez Sarsfield y Santos-Cerro Porteño. Si en octavos de final la sorpresa había sido verbo con las eliminaciones de serios candidatos al título como Cruzeiro, Fluminense, Internacional y Estudiantes de La Plata, en cuartos reinó la lógica y los favoritos de cada llave se metieron entre los cuatro mejores del continente destruyendo la ilusión de Once Caldas, Libertad, Jaguares de Chiapas y Universidad Católica.
Todos los participantes ya son expertos en esta instancia; incluso Santos, Vélez y Peñarol han sido campeones de la competición. Sin embargo, todos llevan un tiempo sin sentir la adrenalina de alcanzar estas cotas de la Copa. Peñarol disputó por última vez una semifinal en 1987, año en el que terminó siendo campeón; Vélez en 1994, también fue campeón; Santos en 2003, perdió la final con Boca Juniors y Cerro Porteño en 1999, cayó ante Deportivo Cali, y es el único de los sobrevivientes que nunca ha superado esta instancia.
PEÑAROL-VÉLEZ SARSFIELD
‘Mirasoles’ y ‘Fortineros’ se miden en un duelo de campeones buscando el pasaje a la final con el claro objetivo de reconquistar el continente. De parte de los uruguayos, por sexta vez, aunque la última conquista data de 1987. Los ‘Carboneros’ gozaron de su época dorada durante la década de 1960 –obtuvo los títulos de 1960, 1961 y 1966- cuando, además, batió al Real Madrid de Di Stéfano en la Copa Intercontinental de 1966. En esa época su gran estandarte era el delantero ecuatoriano Alberto Spencer, máximo goleador histórico de la Libertadores con 54 conquistas. Luego tuvieron que pasar 16 años para alzar la cuarta ante Cobreloa de Chile y la última, en 1987, ante América de Cali. Durante este período Peñarol ha podido sostener su poderío en el ámbito local, aunque se ha resquebrajado una y otra vez en el plano internacional donde, hasta esta temporada, no había llegado ni por asomo a estar en la discusión.
Vélez no es en Argentina lo que Peñarol es en Uruguay, sin embrago si hay una institución modélica durante los 20 años en el país de Maradona esa ha sido la de Liniers. Hasta 1993, los velezanos sólo contaban con un título local en sus vitrinas. A partir de la llegada de Carlos Bianchi, la ‘V’ mutó y se convirtió en lo que es hoy: un grande. Desde Bianchi, ‘El Fortín’ ha cosechado seis campeonatos nacionales más –el útlimo, el Clausura 2009- y cinco a nivel internacional. En este ámbito, por supuesto, destaca la Libertadores de 1994 ganada por penales en el Morumbí ante el histórico Sao Paulo de Telé Santana. Motivo por el cual en la Intecontinental se midió con otro peso pesado, el Milan de Fabio Capello, al que puso de rodillas en Tokyo por 2-0 con los goles de Roberto Trotta y Omar Asad. Desde entonces, los de ‘Tigre’ Gareca no habían llegado a esta instancia, aunque ahora se perfilan como el máximo candidato, por encima del Santos de Neymar.
Es la tercera vez en la presente edición de la Copa, que los uruguayos viajan a Argentina, pues en la primera fase se midieron, por el Grupo 8, a Independiente y Godoy Cruz. Allí obtuvo un triunfo (0-3 a Godoy Cruz) y una derrota (3-0 con el ‘Rojo’). Los dirigidos por Diego Aguirre se han ido haciendo fuertes con el correr de los encuentros con el hecho de haberse cargado a dos peces gordos como Inter de Porto Alegre –el último campeón- y Universidad Católica de Chile –el equipo que mejor fútbol había demostrado-. Con el campeonato uruguayo prácticamente descartado –ha quedado a cinco de Nacional en el Clausura cuando quedan seis y en la General no tiene chances- todos los cañones apuntan a la Libertadores. Mientras que Vélez se ha mostrado como un equipo muy efectivo que ha ganado sus cuatro encuentros de eliminatorias –a Liga de Quito 3-0 y 0-2; y a Libertad 3-0 y 2-4- y que de mitad de campo hacia adelante te puede montar un carnaval del que ni la cadera menos mentirosa puede salir indemne. Fernández, Moralez, Martínez y Silva se repiten y multiplican partido a partido. Eliminatoria abierta, un duelo entre la historia y la actualidad.
SANTOS-CERRO PORTEÑO
Brasileños y paraguayos ya se han medido esta temporada por el Grupo 5 donde además estaban Colo-Colo y Táchira de Venezuela. Y el saldo ha sido favorable para el ‘Peixe’ que se impuso en Asunción por 1-2 e igualó 1-1 en Vila Belmiro. Es el enfrentamiento entre las dos mayores joyas de América. El hipermarketinero Neymar y el argentino Juan Iturbe. Hoy Neymar es más. Su entrenador confía en él para ser el líder del equipo y el diamante ha estado a la altura llevando a Santos a la conquista del bicampeonato paulista y a una performance de ensueño en esta Libertadores, donde han alcanzado las semis, algo que no ocurría desde 2003 en la época de Robinho, Diego y Ricardo Oliveira. Mientras que el ‘Messi Guaraní’ todavía no es un indiscutido para Leonardo Astrada, aunque ha demostrado madera en los partidos importantes como el debut en Copa ante Colo-Colo, marcando dos golazos en el 5-2, y ante Olimpia por el Superclásico paraguayo que se saldó con un triunfo 2-0 con una tremenda anotación del argentino que avanzó con pelota dominada más de 40 metros para sellar la victoria del ‘Ciclón’ ante el ‘Decano’.
La historia es favorable para los brasileños pues si hay un equipo que tiene nombre y apellido es Santos. ¿O alguien puede nombrar este club sin agregarle el posterior: “de Pelé”? Bien, entonces el Santos de Pelé conquistó las copas de 1962 y 1963 y de allí en adelante nunca más tuvo una relación íntima con la máxima presea continental. Más de uno tiene ganas de ver el póster de “Santos Campeón de América” en colores. Cerca estuvo en 2003, pero un tal Carlos Tevez tuvo otros planes y el trofeo viajó al barrio de La Boca. Para los paraguayos, se antoja una osadía tutearse con la Libertadores. Y más cuando sus primos de Olimpia le refriegan tres por la cara, como ese primo que siempre tiene mejores juguetes que uno. Pero justo este punto es lo que vuelve la Copa una obligación moral para los azulgranas. Y para ello cuenta con tipos de experiencia como Javier Villarreal, que ha sido campeón con Boca, Roberto Nanni –goleador con 7- y Jonathan Fabbro, campeón con Once Caldas en 2004. Además, su entrenador Leo Astrada inició el camino de Estudiantes en su conquista en 2009, aunque los malos resultados en la liga argentina lo llevaron a la renuncia, luego Alejandro Sabella completó el formulario. Sin olvidar que llevó a semis a River Plate en 2004 y 2005, pese a que Boca y Sao Paulo respectivamente, no le dejaron avanzar más. El candidato claro es Santos por miles de argumentos, pero básicamente por talento: Neymar, Elano, Keirrison, Arouca y Ganso –lesionado hasta julio-; pero Cerro tiene mucho hambre y sólo espera que sople un poco de viento a favor, para juntar fuerza y arrasar cual Ciclón.
Todos los participantes ya son expertos en esta instancia; incluso Santos, Vélez y Peñarol han sido campeones de la competición. Sin embargo, todos llevan un tiempo sin sentir la adrenalina de alcanzar estas cotas de la Copa. Peñarol disputó por última vez una semifinal en 1987, año en el que terminó siendo campeón; Vélez en 1994, también fue campeón; Santos en 2003, perdió la final con Boca Juniors y Cerro Porteño en 1999, cayó ante Deportivo Cali, y es el único de los sobrevivientes que nunca ha superado esta instancia.
PEÑAROL-VÉLEZ SARSFIELD
‘Mirasoles’ y ‘Fortineros’ se miden en un duelo de campeones buscando el pasaje a la final con el claro objetivo de reconquistar el continente. De parte de los uruguayos, por sexta vez, aunque la última conquista data de 1987. Los ‘Carboneros’ gozaron de su época dorada durante la década de 1960 –obtuvo los títulos de 1960, 1961 y 1966- cuando, además, batió al Real Madrid de Di Stéfano en la Copa Intercontinental de 1966. En esa época su gran estandarte era el delantero ecuatoriano Alberto Spencer, máximo goleador histórico de la Libertadores con 54 conquistas. Luego tuvieron que pasar 16 años para alzar la cuarta ante Cobreloa de Chile y la última, en 1987, ante América de Cali. Durante este período Peñarol ha podido sostener su poderío en el ámbito local, aunque se ha resquebrajado una y otra vez en el plano internacional donde, hasta esta temporada, no había llegado ni por asomo a estar en la discusión.
Vélez no es en Argentina lo que Peñarol es en Uruguay, sin embrago si hay una institución modélica durante los 20 años en el país de Maradona esa ha sido la de Liniers. Hasta 1993, los velezanos sólo contaban con un título local en sus vitrinas. A partir de la llegada de Carlos Bianchi, la ‘V’ mutó y se convirtió en lo que es hoy: un grande. Desde Bianchi, ‘El Fortín’ ha cosechado seis campeonatos nacionales más –el útlimo, el Clausura 2009- y cinco a nivel internacional. En este ámbito, por supuesto, destaca la Libertadores de 1994 ganada por penales en el Morumbí ante el histórico Sao Paulo de Telé Santana. Motivo por el cual en la Intecontinental se midió con otro peso pesado, el Milan de Fabio Capello, al que puso de rodillas en Tokyo por 2-0 con los goles de Roberto Trotta y Omar Asad. Desde entonces, los de ‘Tigre’ Gareca no habían llegado a esta instancia, aunque ahora se perfilan como el máximo candidato, por encima del Santos de Neymar.
Es la tercera vez en la presente edición de la Copa, que los uruguayos viajan a Argentina, pues en la primera fase se midieron, por el Grupo 8, a Independiente y Godoy Cruz. Allí obtuvo un triunfo (0-3 a Godoy Cruz) y una derrota (3-0 con el ‘Rojo’). Los dirigidos por Diego Aguirre se han ido haciendo fuertes con el correr de los encuentros con el hecho de haberse cargado a dos peces gordos como Inter de Porto Alegre –el último campeón- y Universidad Católica de Chile –el equipo que mejor fútbol había demostrado-. Con el campeonato uruguayo prácticamente descartado –ha quedado a cinco de Nacional en el Clausura cuando quedan seis y en la General no tiene chances- todos los cañones apuntan a la Libertadores. Mientras que Vélez se ha mostrado como un equipo muy efectivo que ha ganado sus cuatro encuentros de eliminatorias –a Liga de Quito 3-0 y 0-2; y a Libertad 3-0 y 2-4- y que de mitad de campo hacia adelante te puede montar un carnaval del que ni la cadera menos mentirosa puede salir indemne. Fernández, Moralez, Martínez y Silva se repiten y multiplican partido a partido. Eliminatoria abierta, un duelo entre la historia y la actualidad.
SANTOS-CERRO PORTEÑO
Brasileños y paraguayos ya se han medido esta temporada por el Grupo 5 donde además estaban Colo-Colo y Táchira de Venezuela. Y el saldo ha sido favorable para el ‘Peixe’ que se impuso en Asunción por 1-2 e igualó 1-1 en Vila Belmiro. Es el enfrentamiento entre las dos mayores joyas de América. El hipermarketinero Neymar y el argentino Juan Iturbe. Hoy Neymar es más. Su entrenador confía en él para ser el líder del equipo y el diamante ha estado a la altura llevando a Santos a la conquista del bicampeonato paulista y a una performance de ensueño en esta Libertadores, donde han alcanzado las semis, algo que no ocurría desde 2003 en la época de Robinho, Diego y Ricardo Oliveira. Mientras que el ‘Messi Guaraní’ todavía no es un indiscutido para Leonardo Astrada, aunque ha demostrado madera en los partidos importantes como el debut en Copa ante Colo-Colo, marcando dos golazos en el 5-2, y ante Olimpia por el Superclásico paraguayo que se saldó con un triunfo 2-0 con una tremenda anotación del argentino que avanzó con pelota dominada más de 40 metros para sellar la victoria del ‘Ciclón’ ante el ‘Decano’.
La historia es favorable para los brasileños pues si hay un equipo que tiene nombre y apellido es Santos. ¿O alguien puede nombrar este club sin agregarle el posterior: “de Pelé”? Bien, entonces el Santos de Pelé conquistó las copas de 1962 y 1963 y de allí en adelante nunca más tuvo una relación íntima con la máxima presea continental. Más de uno tiene ganas de ver el póster de “Santos Campeón de América” en colores. Cerca estuvo en 2003, pero un tal Carlos Tevez tuvo otros planes y el trofeo viajó al barrio de La Boca. Para los paraguayos, se antoja una osadía tutearse con la Libertadores. Y más cuando sus primos de Olimpia le refriegan tres por la cara, como ese primo que siempre tiene mejores juguetes que uno. Pero justo este punto es lo que vuelve la Copa una obligación moral para los azulgranas. Y para ello cuenta con tipos de experiencia como Javier Villarreal, que ha sido campeón con Boca, Roberto Nanni –goleador con 7- y Jonathan Fabbro, campeón con Once Caldas en 2004. Además, su entrenador Leo Astrada inició el camino de Estudiantes en su conquista en 2009, aunque los malos resultados en la liga argentina lo llevaron a la renuncia, luego Alejandro Sabella completó el formulario. Sin olvidar que llevó a semis a River Plate en 2004 y 2005, pese a que Boca y Sao Paulo respectivamente, no le dejaron avanzar más. El candidato claro es Santos por miles de argumentos, pero básicamente por talento: Neymar, Elano, Keirrison, Arouca y Ganso –lesionado hasta julio-; pero Cerro tiene mucho hambre y sólo espera que sople un poco de viento a favor, para juntar fuerza y arrasar cual Ciclón.
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